Llega
un momento en la vida en que haces un repaso para saber en qué te has
equivocado.
El rechazo
provoca inseguridad. No se puede estar bien con todo el mundo por mucho que lo
intentes…siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con tus actos o con tus
hechos y es totalmente lógico…no se puede caer bien a todo el mundo. Quizás la
inseguridad te hace estar siempre para todos, pero llega un momento en que eso
es imposible….cada uno tenemos nuestros problemas, nuestra vida, nuestros fantasmas,
nuestros miedos…
He
procurado estar al tanto de los problemas de mis amigos e intentado ayudar en
lo que puedo…a veces resulta duro, pues los problemas de los amig@s se hacen
propios.
Y
haciendo un repaso rápido de mis vivencias descubro que: “estoy orgullosa de mí
en ese sentido”. Creo que siempre he sido consecuente con mi manera de ser y
pensar. Creo que siempre que me han necesitado, he acudido sin
condiciones…también es cierto que si no me entero, no puedo acudir. Creo que he
hecho lo correcto y que, cuando me he equivocado y la he cagado pues….al menos
lo he intentado. Y si tengo que decir “lo siento” no tengo ningún problema en
hacerlo. El problema es que a veces no sabes qué has hecho mal y nadie se
molesta en decírtelo.
Me
he equivocado muchas veces y lo seguiré haciendo…pero intentaré que no me
afecte de la misma manera. Errar
es humano y hay que aceptarlo.
La
vida te enseña a tomarte las cosas con más filosofía. Y a mí me ha enseñado lo
más importante de todo: cuando necesito a los míos…ahí los
tengo…incondicionales, y eso es lo que importa.
"He
aprendido que los verdaderos amigos lo son sin condiciones…para lo bueno y para
lo malo".
…y
en eso estamos :)