lunes, 18 de septiembre de 2017

Cuando la depresión llama a tu puerta.



Todos en mayor o menor medida
hemos pasado por momentos malos en nuestra vida,
generalmente logramos salir con la ayuda de la familia,
de los amigos, o con tu propia fuerza.
Pero hay veces en que el pozo se hace tan profundo
que ni siquiera los de alrededor logran ayudarte.
Empiezas a notar que el bajón ya no es solo psicológico
sino también físico.
Es una sensación de impotencia total...como si fueras un globo
y te vas desinflando poco a poco hasta quedar sin aire.
Entonces te das cuenta de que algo falla,
de que hay algo que no puedes controlar
por mucho que lo intentes.
El agujero en el que estás metida
es tan profundo, tan oscuro,
que no sabes como salir,
no encuentras la luz al final del camino
y cada vez te hundes más,
como si fueran arenas movedizas
en la oscuridad.
Te sientes totalmente embargada
por la pena y la melancolía.
No tienes ilusión por nada
estás inmersa en una profunda tristeza.
Siempre encontramos mensajes positivos
por todas partes y vídeos de autoestima,
todo siempre en plan positivo,
pero nadie te prepara para los momentos malos,
los momentos de frustración,
los momentos tristes...
Siempre hay un mensaje que te dice "sonríe"
hoy va a ser un gran día
y tu día resulta ser pésimo.
Es el momento de buscar ayuda externa,
ayuda psicológica...y dejarte ayudar.
Los profesionales te ayudan a encauzar tu depresión
a comprender porqué te ocurre y a aprender a sobrellevarlo.
Pero sobretodo te ayudan a conocerte mejor y a enfrentarte
a tus miedos...a estar preparada en el caso
de que vuelva a llamar a tu puerta y saber gestionarla sin problema.

"Aprender a vivir es la asignatura más difícil de nuestra vida
y también la más gratificante"