Siempre me han gustado éstas fechas, cuando era pequeña me encantaba la Navidad: primero porque nos daban vacaciones, segundo porque había regalitos y tercero y más importante, porque nos juntábamos con la familia y hacíamos el loco hasta altas horas de la madrugada.
Recuerdo las nocheviejas en casa de “amuma” con toda la familia de mi padre reunída: el tío Antón con su acordeón mientras el tío Julian hacía el baile de la botella y nos tronchábamos de risa...todos los años caían las mismas historias (menos la borrachera del tío Julian en la que se le cayeron los dientes postizos por el wc....en las demás fiestas ya se los quitaba directamente, jejej). Mayores y pequeños disfrutábamos de la reunión y ese día todos nos llevábamos bien.
Mucha gente odia la Navidad por diferentes motivos (todos ellos respetables)...cada uno es libre y tiene la opción de celebrarla o no.
En todas las familias falta alguien importante...defunciones, divorcios, los niños con la ex pareja, recuerdos tristes...pero es cierto que cuando llegan éstas fechas nos hacemos más tolerantes, más amables y generosos, más cariñosos.
Tengo una familia muy extensa y me encanta recibir cada Navidad esas felicitaciones en papel ( cada vez menos pues yo también lo hago por mail desde hace unos años...y ahora por wasap) que nunca faltan...mis tíos de Australia, los de Asturias, los de Trapagarán en Bilbo, mi prima Isa de Barakaldo, etc.Me encanta que aunque sea una vez al año nos juntemos para celebrar algo...es hermoso y entrañable poder abrazar a los tuyos (aunque sea virtualmente).
Adoro éstas fechas...es cierto que a veces me hacen sentir melancolía, a veces tristeza por los que ya no están....pero esos sentimientos también merecen tener un hueco en nuestras vidas...no es malo estar triste o melancólico, o echar de menos a tus seres queridos.
Mientras pueda ver las sonrisas de mis hijas cada vez que llega mi familia de tan lejos (1.000 km, casi ná)...cada vez que sacamos el árbol y lo adornamos....abriendo los regalos o haciendo el loco con los gorros de papá Noel...me seguirá gustando la Navidad.
Solo por sentir esas sonrisas colectivas y contagiosas de la gente comprando regalitos (aunque cada vez sean menos y más baratos porque el presupuesto no da para más), cantando villancicos...solo por sentir que las personas nos hacemos mejores y más solidarias durante esa época del año.....solo porque tus amigos, conocidos, vecinos, la cajera del mercadona o el de la gasolinera te deseen “Feliz Navidad”, solo por eso...vale la pena celebrarlo.
Adoro el espíritu de la Navidad que nos hace sonreir y ser mejores personas aunque solo sean unos días.
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