Sentada en un banco,
Esperando…soñaba la hoja.
Sentía la brisa a su lado
Como si fuera ajena al mundo
Soñaba con niños jugando,
Con ardillas traviesas,
Con parejas abrazadas,
Y sentía envidia de sus sueños.
Recordaba con nostalgia
Los momentos vividos
En la copa de su roble
Desde donde veía pasar la vida
Cuando se soltó del árbol
sintió un vacío inmenso
mientras caída
y gritó aterrada
Unas manos suaves la mecieron
Dejándola con delicadeza en aquel banco.
Qué sensación tan embriagadora!
Sentada en un banco,
Esperando…soñaba la hoja
Que los besos, cual hojas arrancadas por el viento, no queden por los suelos, con riesgo de ser pisoteadas. Que los besos vuelen, tal que mecidos por la brisa, en busca de destinatario...
ResponderEliminarUna preciosa moraleja!
EliminarGracias Jose Antonio por leer...y comentar! :)