Y miro sus manos:
...encallecidas ,curtidas ,robustas y firmes
manos embrutecidas por el trabajo duro
y capaces de una sutil caricia
Y miro su rostro:
Cansado del duro trabajo diario,
con arrugas que marcan el tiempo
y una vida cargada de deseos y
frustraciones.
Un rostro duro y a la vez tierno
en su mirada sonriente
Y miro su cuerpo:
Delgado y achicado por los años
pero siempre erguido y altanero
demostrando que aún tiene mucho que ofrecer
Y miro su alma:
Cansada de una vida larga y plena
en la que le tocaron vivir muchas penurias,
aprendió de ellas valorando y
respetando lo ajeno.
Un alma reblandecida por los años ,
unos años duros que le hicieron pasar
de la rudeza, a la emoción de un abrazo tierno
que le empaña los ojos sin poderlo evitar.
Alma de esposo , alma de padre, alma de abuelo
...pasando de rancio a la ternura mas extrema.
Alma de anciano que aprendio a valorar los sentimientos
...y a expresarlos.
Enhorabuena por ese padre y abuelo. El mio nos dejó cuando tenía siete años menos que yo. Muy lejos ya en el tiempo. Aprovéchalo tú... :(
ResponderEliminarIntento aprovecharlo, aunque...lo tengo tan lejos que solo los veo una vez al año :/
ResponderEliminarUn beso Jose Antonio :)